Andrés Pérez Palmar y su mandolina zuliana

En el seno de una familia de artistas, Andrés decidió recorrer el sendero de la música cuando era un niño. Con dieciséis años de trayectoria, está convencido de que el músico tiene la responsabilidad de construir a través del arte, dejando un legado de conciencia y trascendencia a la humanidad. Su primera producción discográfica, La Casa Del Árbol, se construye en estudios de grabación desde hace un año, mientras él hace declamar a la mandolina sobre escenarios nacionales e internacionales.

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Andrés Pérez Palmar se ve a sí mismo como un músico en el buen sentido de la palabra, aunque al principio no tenía idea de nada. Su tío le dijo a su madre, mientras lo veía jugando con su hermano en el patio, que “esos muchachos tenían que hacer algo”. Al poco tiempo, los inscribieron en la casa de la cultura de su pueblo natal, Los Puertos de Altagracia, y comenzó a aprender sobre el cuatro venezolano y la flauta dulce. “La mandolina la escogí por egoísmo”, confesó entre risas. Un día, revisando armarios espolvoreados, se encontró con el momento misterioso de conseguir una mandolina en mal estado. Le preguntó a su tío de qué se trataba ese instrumento que no había visto jamás. Él le explicó que era una mandolina, pero que había que repararla. “Mi tío llegó con la mandolina reparada y preguntó quién quería aprender a tocarla. Mi hermano alzó la mano, pero yo después dije que la quería. Armé un berrinche y terminé quedándome con ella”, rememoró con gracia.

En su adolescencia, tuvo la oportunidad de irse de gira a países como Colombia, Alemania, Holanda e Italia representando a Venezuela con la mandolina. “Para mí fue increíble esa experiencia. Encontrarme con idiomas y culturas diferentes y contemplar los avances organizacionales y ecológicos de otras tierras. Fue impactante”, comentó. Como estudiante, estuvo bajo la tutela de maestros como Víctor Quiñones, Alfredo Molero, José Cepeda y Héctor Suárez. También ha disfrutado las oportunidades de participar en producciones discográficas y ejercer un diálogo sonoro sobre el escenario con grandes exponentes de la música venezolana.

Sobre su primera producción discográfica, titulada La Casa Del Árbol, Andrés comenta que es una composición que le dedica al Planeta Tierra y “una forma de crear identificación y sentido de pertenencia con nuestro entorno, la naturaleza, la Pachamama”. El disco contiene aproximadamente diez temas donde se encuentran composiciones de su autoría y tres versiones personalísimas de música venezolana. La Casa Del Árbol es la pieza protagonista del disco y navega sobre el estilo Onda Nueva. También realizó un homenaje a la gaita zuliana, porque considera que los gaiteros son una raza y él se suma a esa suntuosa celebración regionalista.

Dentro de sus historias, el músico venezolano Aquiles Báez brilla con luz incandescente. “Me parece que es un músico coherente e importante en la creación de plataformas musicales”, resaltó con admiración. Un domingo del mes de junio, tuvo la oportunidad de compartir con Báez el día del padre junto a otros colegas y recuerda con claridad una enseñanza espontánea que lo marcó: El concierto más importante es el próximo. “Afortunadamente he compartido con él sobre el escenario y en su casa. Pude comprender su congruencia, su sentido del humor y su visión de la vida”, expresó con aires de gratitud.

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Ante la imperativa de escoger un disco que lo desplace a universos inimaginables, expresa que sería un pecado tener que elegir uno ante todos los demás. Sin embargo, Slave Mass de Hermeto Pascoal llegó a su cabeza. “Yo no hago música como la hace Hermeto. Él es un maestro. Pero nos unimos en la visión de la música. Esa constante búsqueda y reconocimiento de que el arte sonoro está estrechamente unido con la naturaleza y Dios como principio universal” comentó, señalando con admiración las amalgamas rítmicas de las composiciones, las maravillas técnicas y conceptuales del disco y la aparición magistral de un cochinito en el estudio de grabación.

“Una composición musical es como un libro. Si sólo piensas en hacer bailar, estás desperdiciando el potencial que la música tiene para llegar aún más lejos”, dijo con seriedad. Para componer, Andrés comentó que primero tiene que existir un motivo. “Luego, entra un proceso complicado para mí porque no he estudiado composición”, manifestó. Edificando entre vendavales intuitivos, el mandolinista confiesa que puede tardar meses en culminar una pieza. “Soy muy detallista y también muy duro conmigo mismo. A veces comienzo haciendo una onda nueva y termina siendo un merengue venezolano. Al pasar el tiempo, intervienen cambios drásticos en el hilo de las composiciones, y a veces termina resultando maravillosamente como otras siento que puedo llegar a perder mucho tiempo”, enfatizó.

Como parte de sus rituales, manifestó que suele hacer ejercicios de respiración antes de comenzar un recital. “Busco tranquilizar mi respiración, encontrar un estado de serenidad. Un concierto es como una ceremonia y uno debe tener la actitud correcta para comenzar”. La mandolina, como compañera, ha estado en los momentos más importantes de su vida. Actualmente tiene cuatro; una eléctrica y tres acústicas. Cariñosamente, bautizó a su patio como su guarida verde. «Tengo una relación muy importante con mi patio. Hay un búcaro que da mucha sombra y me gusta reposar en él por la noche para tocar o simplemente estar», confesó con candidez.

Dentro de su filosofía musical, opina que la melodía es el resultado de la unión del ritmo y la armonía, y éstos últimos no son simples elementos musicales, sino algo más importante: leyes universales. «Los músicos como artistas del sonido lo que hacemos es aplicar estas leyes a los sonidos», explicó. Para él, la música tiene un valor más allá de la mera expresión. Ante el panorama de verla como vida y trabajo, concluyó que un buen músico más allá de tener una buena técnica o un estilo particular, debe ser el que no desaproveche la posibilidad que ofrece la música para construir un mundo más positivo y más humano.

Si quieres escuchar el trabajo musical de Andrés Pérez Palmar como compositor y mandolinista, puedes visitar los siguientes enlaces:

Soundcloud: AndresMandolin

Youtube: LosPuertos3

Si quieres saber más sobre su biografía, opiniones y agenda de recitales, puedes pulsar el enlace de su blog personal o redes sociales:

Blog: www.andresmandolin.wordpress.com

Facebook: Andrés Pérez Palmar

Twitter: @AndresMandolin

Instagram: @AndresMandolin

*Las fotografías son cortesía de Joco González y Andrés Pérez Palmar.

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